El desarrollo de una mente sana en los niños es un proceso integral que involucra diferentes áreas de la vida cotidiana. Según el modelo de Healthy Mind Platter de Siegel y Rock, existen siete aspectos esenciales que deben integrarse en la rutina de los niños para fomentar su bienestar mental. Cada uno de estos elementos contribuye a un desarrollo balanceado que, a largo plazo, favorece tanto el crecimiento emocional como la salud mental de los pequeños.
1. Tiempo de Enfoque: El tiempo dedicado a actividades que exigen concentración es crucial para el desarrollo cognitivo de los niños. Según Rock (2011), esta etapa permite fortalecer la atención y la capacidad de resolver problemas, ya que actividades como rompecabezas, construir bloques o escuchar una historia ejercitan el cerebro, ayudándolo a enfocarse y a organizar información de manera más efectiva. La neurociencia confirma que estos momentos de concentración fortalecen el córtex prefrontal, que es fundamental para la toma de decisiones y la autorregulación (Rock, 2011).
2. Tiempo de Juego: El juego libre es una parte esencial en la infancia. A través de actividades sin estructura, los niños aprenden a utilizar su creatividad, a explorar sus ideas y a interactuar con el entorno. Siegel (2012) resalta que el juego permite que los niños desarrollen habilidades de resolución de problemas y fomenta la creatividad, además de fortalecer la resiliencia emocional, al darles un espacio para expresar y explorar sus emociones sin presiones externas.
3. Tiempo de Conexión: Las interacciones con otros son una oportunidad para que los niños desarrollen empatía y construyan relaciones significativas. Thompson (1994) explica que la conexión con otras personas, ya sea en el contexto familiar o escolar, ayuda a los niños a construir un sentido de pertenencia y a desarrollar habilidades sociales fundamentales. Este tipo de interacción es vital para el desarrollo de la empatía, que permite a los niños comprender las emociones ajenas y fortalecer su capacidad de relacionarse con los demás de manera saludable.
4. Tiempo Físico: El ejercicio físico es esencial para el bienestar mental y físico. Según Medina (2008), el movimiento no solo fortalece el sistema inmunológico y cardiovascular de los niños, sino que también facilita la liberación de endorfinas, las “hormonas de la felicidad”, que contribuyen a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Actividades como correr, saltar, bailar o practicar deportes permiten que los niños liberen energía y se mantengan en equilibrio, lo cual es fundamental para su desarrollo mental.
5. Tiempo Interior: Momentos de introspección y reflexión son importantes para que los niños comprendan sus propias emociones y pensamientos. Siegel (2012) argumenta que esta práctica de mirar hacia dentro ayuda a los niños a ganar autoconciencia, una habilidad clave para la regulación emocional. Mediante prácticas sencillas como la respiración profunda o la meditación, los niños pueden aprender a identificar y aceptar sus emociones, lo cual los ayuda a construir una base de autocontrol y comprensión personal.
6. Tiempo de Descanso: El descanso también es fundamental para el equilibrio emocional. Rock (2011) enfatiza que estos momentos de pausa permiten que el cerebro se recupere y procese las experiencias vividas, lo cual es crucial para la regulación emocional. Cuando los niños tienen tiempo para relajarse, pueden reducir el estrés y mejorar su capacidad de concentración, ya que los momentos de descanso ayudan a restaurar la energía mental.
7. Tiempo de Sueño: El sueño profundo y reparador es esencial para el desarrollo de un cerebro saludable. Medina (2008) menciona que el sueño permite la consolidación de la memoria y el procesamiento de la información, lo cual ayuda a los niños a aprender y a regular sus emociones de manera más efectiva. Un buen descanso nocturno fortalece la capacidad de los niños para enfrentar los retos cotidianos y los prepara para una vida activa y equilibrada.
Tips para Implementar los 7 Aspectos en Casa
Para integrar estos aspectos en la vida de los niños, pueden considerarse las siguientes recomendaciones:
Crear una rutina diaria que incluya tiempo para concentrarse, jugar y descansar.
Incluir actividades de juego sin estructura como el dibujo libre o juegos de rol en casa.
Fomentar el tiempo en familia, con actividades que permitan a los niños conectar emocionalmente con sus seres queridos.
Incorporar ejercicios de movimiento físico como una caminata en familia o juegos al aire libre.
Practicar momentos de respiración y reflexión con los niños, ayudándolos a aprender a relajarse y observar sus emociones.
Establecer momentos de descanso y tranquilidad durante el día, con actividades relajantes como leer o escuchar música suave.
Asegurar una rutina de sueño regular, manteniendo horarios fijos y evitando pantallas antes de dormir.
Referencias
Medina, J. (2008). Brain rules: 12 principles for surviving and thriving at work, home, and school. Pear Press.
Rock, D. (2011). Your brain at work: Strategies for overcoming distraction, regaining focus, and working smarter all day long. Harper Business.
Siegel, D. J. (2012). The whole-brain child: 12 revolutionary strategies to nurture your child's developing mind. Bantam.
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